HIDRÓGENO Y MEDIO AMBIENTE
Hidrógeno
El hidrógeno es el gas más abundante del universo. Es incoloro, inodoro y no es tóxico. Además, no produce emisiones contaminantes cuando se genera con energías renovables y se utiliza en una pila de combustible. En muchos sentidos, el hidrógeno es el combustible perfecto.
El hidrógeno es muy eficiente energéticamente: dos veces más eficiente que la gasolina y el gas natural y tres veces más que el diésel. Al convertirlo en electricidad gracias al sistema de pila de combustible, el único subproducto de esta reacción es agua pura en forma de vapor de agua.
Se puede producir hidrógeno mediante la electrólisis del agua, gracias a la electricidad generada por energías renovables. Este hidrógeno se llama “Hidrógeno verde” y se convierte en un vector energético de almacenamiento, que permite compensar los inconvenientes de la energía solar o eólica: su intermitencia.
El almacenamiento de larga duración por hidrógeno es un proceso cíclico que utiliza agua como punto de partida y como subproducto final: la energía renovable intermitente (solar) se utiliza para separar las moléculas del agua (H2O) en un electrolizador. Al separar las moléculas, se obtiene oxígeno e hidrógeno. El oxígeno se libera en el aire mientras que el hidrógeno se almacena en tanques especializados. El hidrógeno se vuelve a convertir en electricidad al recombinarlo con oxígeno en la pila de combustible, liberando vapor de agua pura.
La central ENERGÍA LOS CABOS se basa en este principio del ciclo del agua para generar electricidad limpia las 24 horas del día.
Impacto ambiental
La central ENERGÍA LOS CABOS no genera ninguna emisión contaminante, contribuyendo así a reducir los gases de efecto invernadero en el estado.
La central precisa la instalación de un parque solar que ocupa una cierta superficie. Sin embargo, permite alimentar a la red eléctrica con una energía limpia, local y competitiva.
El impacto ambiental de una central de tipo Renewstable® durante su operación es muy reducido. La cadena de hidrógeno se compone principalmente de equipos reciclables y permite limitar el uso de metales raros y de sustancias electroquímicas contaminantes. Se utiliza agua, se produce oxígeno e hidrógeno y el único subproducto al final del ciclo es agua pura.
La mayor parte de la infraestructura se coloca en contenedores, con el fin de facilitar la instalación en el terreno y limitar los trabajos de ingeniería civil. Al no necesitar cimientos profundos, se reduce significativamente el impacto ambiental de la instalación. La contenerización permite también simplificar la desinstalación al final de la vida útil de la central. Debido a que el sistema se compone principalmente de dispositivos eléctricos y de estructuras metálicas, gran parte de la central se puede reciclar a través de ramas de reciclaje clásicas de metales (metal común y platino, reciclable infinitamente), y a través de las ramas de reciclajes especializadas en paneles solares.
La central está sujeta a rigurosos estudios de impacto ambiental y social, además de un estudio específico de los riesgos del hidrógeno.